02 Dec
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Es muy importante reconocer las diferencias entre la piel seca y la deshidratada, pues solo así podrás utilizar los productos más adecuados para que tu piel se vuelva rica y luminosa.

Si tienes una piel seca por naturaleza seguro que lo sabes. No puedes salir de casa sin utilizar una hidratante, te encuentras incómoda y tu piel te pide la hidratación ¡a gritos!. Te encantan las texturas ricas y los brillos no te preocupan. De hecho, si notas tu piel brillante te encuentras feliz, ¡sabes que no durará mucho!. Esta es una de las principales características de las pieles secas o muy secas. La razón científica detrás de ello es que a estas pieles además de agua les faltan lípidos (grasas).

La piel seca puede presentarse a todas las edades. Existen personas que nacen con la piel seca y así se mantiene siempre. Por lo general según pasan los años los factores hormonales en las mujeres hacen que las pieles se vuelvan más secas. A partir de la menopausia casi todas las mujeres presentan sequedad en la piel. Una piel grasa puede volverse seca, aunque en general esto solo ocurre después de tratamientos muy agresivos.

Las pieles secas y muy secas sufren cambios a lo largo de los ciclos. La exposición al sol y el frío acentúan la sequedad. Por eso es fundamental que todos los tratamientos que utilices sean específicos para pieles secas: desde los productos de limpieza, las cremas y serums de tratamiento, la protección solar y el maquillaje. Utilizar un producto poco adecuado para tu tipo de piel puede agravar la sequedad. Digamos que una piel seca puede encontrarse en las siguientes situaciones: piel seca / piel muy seca / piel seca y deshidratada

El nivel de hidratación deberá ser mayor cuanto más seca tengas la piel. Busca productos con alto contenido lipídico, pero siempre con lípidos de alta calidad que hidratan sin producir exceso de grasa. El aceite de rosa mosqueta o el de jojoba son buenos ejemplos. Utilizamos ambos en nuestra crema antiedad para pieles secas.

Cómo reconocer una piel deshidratada

A diferencia de las pieles secas, la piel deshidratada no es un tipo de piel. La deshidratación puede ocurrir en pieles de todos los tipos, desde pieles grasas, normales o mixtas hasta las más secas.

Podemos definir la deshidratación como la falta de agua. Aunque una piel deshidratada comparte muchas características con las pieles secas, en realidad no tienen nada que ver. No solo hay que aportar agua a la piel sino que hay que hacer que la piel retenga el agua que le aportamos. Si le aportas lípidos innecesarios puedes acabar notando tu piel grasienta y aún así seguir deshidratada.

El tratamiento de una piel deshidratada es completamente diferente al de las pieles secas. Busca productos con un alto contenido en agua. Además en estos casos son ideales los productos con ácido hialurónico, pues es una molécula que ayuda a retener el agua en la piel. Existen productos con ácido hialurónico para todo tipo de pieles. De hecho puedes combinar productos para las pieles grasas con productos hidratantes.

¿Complicado? realmente a veces puede ser difíci elegir el mejor tratamiento…por eso ¡no dudes en consultarnos! somos farmacéuticos y te asesoraremos.

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